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Como bien sabemos, los elefantes tienen una estrecha relación con los mamuts, enormes mamíferos con largos colmillos que vivían en latitudes más frías y que se extinguieron hace miles de años. Los elefantes africanos se separaron de los asiáticos y los mamuts hace 7.6 millones de años. El ADN hallado en los cuerpos preservados de mamuts lanudos, revelan que los gigantes extintos están más relacionados con los elefantes asiáticos que con los africanos.
No ha sido fácil estudiar a profundidad el ADN de los mamuts y relacionarlos con los elefantes modernos como podría suponerse. Se cree que numerosos ejemplares de estas hermosas bestias aún permanecen enterrados en el grueso permafrost de Siberia, que en varios años quizá, se derrita hasta revelar los grandes misterios que hoy son difíciles de descifrar.
Los elefantes pertenecen al orden Proboscidea que está dividido en 10 familias, las cuales hoy todas ellas están extintas, exceptuando a una, Elephantidae, de la que se desprenden los géneros Loxodonta y Elephas, propias de las dos especies que viven el día de hoy.
Las diferentes especies que han pertenecido al orden Proboscidea se han extendido por la mayor parte del mundo, exceptuando algunas islas, el continente antártico y Australia. Este orden tiene registros fósiles completos, más que cualquier otra especie en el mundo.
Se cree que los primeros ancestros de elefantes tenían el tamaño similar al de un perro.
La familia Elephantidae fue descrita por vez primera en 1821 por el zoólogo británico John Edward Gray y a partir de ahí fue objeto de varios estudios, análisis y correcciones. Se dice que esta familia provino de un ancestro común de los mamuts, ya que anatómicamente comparten muchas características.
Los primeros restos de animales relacionados con los elefantes fueron descubiertos en rocas de Marruecos, África. Los fósiles que se relacionaron con los elefantes asiáticos formaban parte de ejemplares que poblaron la tierra hace 5 o 7 millones de años. Se cree que los primeros ancestros tenían el tamaño similar al de un perro, pero a medida que fueron evolucionando incrementaron de tamaño.
¿Son paquidermos?
Hace unos cuantos años atrás, los elefantes eran considerados paquidermos y la gente los conocía como tales, sin embargo, ese término ya está en desuso y hoy se les conoce como Proboscideos, en relación a su orden Proboscidea.
Los otros tipos de animales que pertenecían a este orden, como rinocerontes e hipopótamos, ya fueron clasificados en otros nuevos, por lo que ahora se puede decir que el término paquidermo ya está obsoleto.
Manatíes
Los estudios revelan que los elefantes tienen una relación lejana con los manatíes. Un género extinto conocido como Moeritherium que forma parte de la familia Moeritheriidae y vivió en la época del Eoceno, se relaciona con el elefante y de una manera un poco más lejana, con los manatíes.
Los Moeritherium eran visiblemente parecidos a un tapir, ya que poseían una trompa corta, cuerpos gruesos y largas colas. De igual forma se alimentaban de hierbas y se mantenían en un hábitat similar a los actuales elefantes.
Los manatíes pertenecen al orden Sirenia, algo que difiere de los elefantes, pero ambos presentan similitudes morfológicas y anatómicas que reflejan la relación de su pasado. Debido a las necesidades de supervivencia de ambos, finalmente uno continuó su vida en el agua mientras otro representa al mamífero terrestre más grande del mundo.
Por increíble que parezca, elefantes y damanes están evolutivamente relacionados.
Damanes
Por increíble que parezca, elefantes y damanes están evolutivamente relacionados. Los damanes, pertenecientes al orden Hyracoidea, son pequeños animales que se confunden con roedores pero que realmente son mamíferos. A pesar de su tamaño, comparten características anatómicas con los elefantes y manatíes.
Actualidad
La modernidad de la ciencia ha llevado el estudio de los mamuts y elefantes, a otros niveles de suma importancia. Científicos de los Estados Unidos de América, están tratando de estudiar las características de los mamuts mediante la inserción de genes a las células madre de elefantes, con el objetivo de conocer los hábitos que diferenciaban a ambas especies, así como conocer las adaptaciones que los ayudaron a sobrevivir exitosamente las edades de hielo.
La sociedad ha opinado sobre los descubrimientos de mamuts en buen estado. Sugieren que con el ADN se les retorne a la actualidad, como una esperanza para otros animales que se han extinto por diversas cuestiones, ya sea antropogénicas o naturales. Muchos creen que es una idea poco sustentable para una era en la que el clima ya es muy diferente y el crecimiento poblacional impediría que los mamuts puedan reincorporarse a la vida moderna.
Ahora bien, en vez de querer resucitar al mamut, se ha optado por buscar que los elefantes asiáticos desarrollen las adaptaciones que tenían los mamuts para que puedan soportar fríos de la tundra sin ningún problema.