Los elefantes tienen un complejo sistema de comunicación que ha sido ampliamente estudiado por los científicos. De igual manera, la organización que mantienen dentro de sus grupos, así como las muestras afectivas que llegan a entablar entre familiares y compañeros, los identifica como uno de los animales más inteligentes y sociables del reino animal.
¿Qué hacen los elefantes en su medio natural? Ellos pasan la mayor parte de su porcentaje alimentandonse y aproximadamente el 1.4% de su tiempo descansando. Otros mínimos porcentajes lo utilizan para caminar, asearse e interactuar con otros miembros de la manada. Los viajes largos suelen hacerlos en grupo y en horas de la noche.
Su sociedad se rige bajo el matriarcado y son las hembras líderes las que toman las decisiones del grupo.
Los elefantes asiáticos forman manadas de 8 a 12 individuos, a diferencia de los africanos que se congregan en grupos de 10 a 20 miembros, todos conformados por hembras y crías. Si hay uno o varios “bebés”, todas supervisan su bienestar y se encargan de protegerlo. Los machos dejan la manada a los 12 o 15 años de edad para formar pequeños grupos. Los machos adultos son los más solitarios y se ven rodeados de hembras solo en temporadas de reproducción.
Su sociedad se rige bajo el matriarcado y son las hembras líderes las que ven por el bienestar de todos y toman las decisiones del grupo. Cuando ya alcanzan la edad de la vejez y no pueden continuar dirigiendo, la siguiente hembra con mayor edad se encarga de tomar el lugar.
Los “juegos” entre miembros de la manada son comunes. Las crías se enfrentan con las trompas, se empujan, se persiguen e incluso se montan entre sí. Cuando esto ocurre, los adultos se encargan de detener la pelea y separarlos.
Elefante tomando un baño en aguas del sur de la India.
Los baños de agua son esenciales para refrescarse y limpiarse el cuerpo de restos que obtuvieron de su medio ambiente. Ellos se realizan baños de lodo o se arrojan tierra sobre la piel mojada para protegerse de parásitos e insectos con picaduras dolorosas. Una vez que el lodo o la tierra se secan, se frotan contra árboles o rocas para eliminar todos los pequeños seres intrusos que se alojaron en su piel.
A pesar de su peso, logran correr hasta 30 km/h, pero solo pueden hacerlo por cortas distancias. Más que nada esto lo llevan a cabo para alejar a los intrusos e intimidarlos.
Los elefantes duermen alrededor de cuatro horas por la noche y algunas veces se escuchan ronquidos en ciertos ejemplares.
Must
Es una condición periódica que hasta la fecha no ha tenido una explicación concreta. Es una forma de “locura” o agresividad que se da repentinamente en cualquier época del año y exclusivamente en los machos de ambas especies. Los niveles de testosterona son 60 veces mayor a los machos que no presentan esta alteración, por lo que su necesidad sexual aumenta considerablemente y su dominio sobre los demás hace que otros miembros masculinos los respeten y se mantengan alejados. Las hembras tienen una gran atracción por este tipo de machos al momento de reproducirse, rechazando a los otros “pretendientes” que no presentan este estado frenético.
Cuando se encuentran en esta etapa, segregan un líquido por las mejillas con un olor muy característico; es así como pueden identificarse de los demás para tener precauciones. El must tiene una breve duración y al cabo de unos días regresan a la normalidad.
Los científicos aseguran que los elefantes son capaces de sentir y percibir emociones.
Emociones y comportamientos
Los científicos aseguran que los elefantes son capaces de sentir y percibir emociones. Como muestra de ello, está su manifestación de respeto que tienen hacia cadáveres de compañeros que han muerto. Cuando encuentran algún cuerpo sin vida o un esqueleto, se reúnen alrededor de el mientras lo observan y lo tocan con la trompa. Posteriormente siguen su camino mostrando un comportamiento sereno.
Tanto exponentes africanos como asiáticos pueden exhibir signos de empatía, cooperación, altruismo y otros comportamientos que se creían exclusivos del ser humano.
Un par de elefantes mostrando contacto físico
Comunicación
Los elefantes tienen mucha comunicación táctil y la trompa es la herramienta más utilizada para este tipo de expresión. Con ella ofrecen “saludos”, se tiene contacto con las crías, se realizan caricias, luchas, entre otros tipos de manifestaciones.
Se identifican cuatro sonidos que varían en tono, volumen y duración. Los elefantes barritan (parecido al sonido de una trompeta), “gritan”, murmullan y gruñen. También emplean frecuencias sonoras que no son detectadas por el oído humano, las cuales se conocen como infrasonidos.
› Se identifican cuatro sonidos principales: barritos, gritos, murmullos y gruñidos.
El olfato también es una forma de comunicación. Las señales químicas viajan por el aire y son captadas por los elefantes, lo que les da la oportunidad de detectar fuentes de agua, fuentes de sal y minerales, así como de peligros. La orina y el estiércol también arrojan información sobre el individuo que lo llevó a cabo.
Las feromonas sexuales permiten que se emitan señales en función a la reproducción.
Su nivel de agresividad no es alto, sin embargo algunos machos que se sienten amenazados o intimidados reaccionan con persecuciones. Si una hembra siente que la vida de su cría está en peligro también reacciona de manera precipitada. Intentan mantener alejados a los leones, hienas y tienen mucha precaución con los cocodrilos cuando van a beber agua. A herbívoros como impalas o cebras suelen ignorarlos y dejar que compartan su espacio.