El exuberante tamaño que presumen los elefantes podría hacernos creer que su dieta está conformada por mucha carne proveniente de animales que capturan con sus enormes colmillos. Las apariencias engañan porque tal hecho no es verdad y resulta ser todo lo opuesto. Su alimentación es herbívora y por lo tanto, no deben de preocuparse por salir de cacería.
El tipo de alimentos que los elefantes tienen a su disposición varía de acuerdo a la temporada. Tienen una diversidad de entre 80 y 112 opciones a elegir, entre las que se encuentran hierbas, hojas, vegetación leñosa, ramas, frutos y semillas, siendo su alimento predilecto las cortezas de los árboles. Los arbustos espinosos son también una opción para ellos, empleando la trompa con destreza para sostener exclusivamente las hojas y evitar lastimarse.
De un 40 a un 66% de lo que ingieren no es digerido.
La función que cumplen sus colmillos dentro de la alimentación es para realizar pequeñas excavaciones para la obtención de sal y minerales, componentes necesarios en su dieta. Con ellos también tallan los troncos para desprender las tiras de corteza que tanto disfrutan.
La boca está conformada por cuatro molares de gran tamaño, uno en cada lado de la boca, en la parte superior e inferior. Un solo molar pesa alrededor de 2.3 kg (5 libras). En toda una vida, un elefante puede tener hasta seis series de molares, que se van desgastando por la masticación de vegetación leñosa.
La mayor parte del alimento que es consumido no se digiere y es desechado a través de las heces fecales. Estamos hablando de un 40 a un 66% que es excretado mediante un máximo de 20 defecaciones al día. Dedican hasta 18 horas en la alimentación, lo que incluye caminar hacia áreas con abundancia de plantas, arrancar ramas, alcanzar las hojas altas y masticar apaciblemente.
Dependiendo del tamaño del elefante, requieren de 75 a 150 kg de alimento cada día, con un máximo de 170 kg. Pueden soportar algunos días sin beber debido a que cuando encuentran fuentes de agua, aprovechan ingerir de 20 a 50 galones diariamente. Para un ser humano, sorber tal cantidad llevaría alrededor de un mes o más, pero ellos lo pueden realizar en tan solo cinco minutos. Nunca se mantienen muy lejos de los cuerpos de agua.
Familia de elefantes bebiendo agua
Algunos árboles tienen una gran altura, y por lo tanto las hojas y ramas quedan a una distancia que no puede ser alcanzada por la mayoría de los animales, exceptuando a las jirafas. Un hecho sorprendente es que algunos machos adultos tienen la capacidad de levantarse sobre sus dos patas traseras para poder llegar al alimento. Resulta increíble observar cómo logran soportar todo su peso en un área tan relativamente pequeña y mantener el equilibrio.
Algunos machos tienen la capacidad de levantarse sobre sus dos patas traseras para poder llegar al alimento.
Los elefantes asiáticos consumen pastos maduros que crecen en el otoño y desechan las hojas fibrosas. También de nutren de enredaderas, arbustos, raíces y cortezas.
No tienen una parte favorita del día para comer; durante la mañana, la tarde o la noche pueden llevarlo a cabo, pero durante los momentos más calurosos prefieren descansar bajo la sombra en vez de incrementar su calor corporal y agotarse excesivamente con los rayos solares directos. Para ambas especies los pastos cortos son de igual forma una opción para nutrirse. Para desprenderlos con mayor facilidad, levantan la tierra con sus pies y con ayuda de la trompa se llevan el alimento a la boca.
Elefante africano ingiriendo vegetación.
Las zonas pantanosas son una última alternativa para los elefantes envejecidos, ya que la vegetación que ahí brota contiene muy pocas propiedades nutritivas, a diferencia de aquella que consumían varios años atrás. Sin embargo, para los individuos que no cuentan con una buena salud, tienen carencia de muchas piezas dentales a consecuencia de la vejez o tienen molares sensibles y poco resistentes, esto es una medida eficaz para sustentarse, ya que las plantas son más suaves y fáciles de ingerir, lo que no implica la necesidad de ser masticadas por mucho tiempo. Algunos de los adultos más longevos que no logran encontrar vegetación adecuada para su problema dental, quedan delgados, débiles y expuestos al ataque de los depredadores, razón por la que a veces eligen no retornar a sus grupos sociales y morir lejos de la manada.
En cautiverio, los elefantes de ambas especies son alimentados aproximadamente con 125 kg de comida al día, una cantidad un poco escasa si se encontraran en su hábitat natural, pero el cautiverio les permite resguardar cantidades importantes de energía, por lo que el alimento debe estar balanceado. Algunos adultos requieren 70,000 calorías al día, por lo que se les ofrece enormes cantidades de heno, acacias, pepinos, lechugas, y otros tipos de verduras y vegetación, aparte de inmensas cantidades de agua.